El 20 de junio de 1811, Francisco Antonio de Zela encabezó en Tacna el primer grito libertario del Perú. Inspirado por los movimientos independentistas de América, Zela asaltó los cuarteles militares locales para proclamar la separación del dominio español. Aunque fue sofocado rápidamente, marcó el primer acto de rebelión real en el Virreinato del Perú continental.
Zela fue capturado días después, juzgado en Lima y exiliado a Panamá, donde falleció en 1819. Su gesto audaz se considera el inicio del sentimiento patriota en el sur peruano.
El 26 de mayo de 1854, Tacna revivió su espíritu libertario con un segundo grito. En esta ocasión, ciudadanos locales reclamaron mejoras cívicas y reafirmaron los ideales de Zela. Aunque no buscaban la independencia inmediata, sí exigían más autonomía y derechos locales, en un contexto de reformas liberales en el Perú republicano.
Este episodio simbolizó la continuidad de la lucha por la justicia y la identidad tacneña.
El primer Grito de Libertad de Tacna se produjo el 20 de junio de 1811. Fue una rebelión organizada por los hermanos Paillardelli, quienes movilizaron a la población local contra el dominio español. Esta revuelta se inspiró en los ideales libertarios difundidos por la rebelión de Túpac Amaru II y la coyuntura favorable generada por la campaña de las Provincias del Río de la Plata. Aunque fue sofocada rápidamente por las fuerzas realistas, dejó una huella en la conciencia libertaria de la región.
Esta nueva insurrección, ocurrida dos años después, fue liderada por Enrique Paillardelli y Benito Lazo. A diferencia del primer intento, esta vez se logró mayor articulación entre los pueblos cercanos, aunque tampoco se consolidó militarmente. Fue una expresión firme del espíritu emancipador de Tacna, que continuó enfrentándose a la opresión colonial incluso en condiciones adversas. Este evento demostró que Tacna no estaba dispuesta a olvidar su aspiración de independencia.
Los movimientos de 1811 y 1813 marcaron el inicio de una serie de manifestaciones independentistas en el sur peruano. El sacrificio de los patriotas tacneños inspiró posteriores levantamientos y nutrió el sentimiento nacionalista que culminaría con la independencia del Perú en 1821. Tacna, desde entonces, fue reconocida como una ciudad heroica, cuna de mártires y símbolo de lucha por la libertad.
Este documental “Las dos rebeliones de Tacna” presenta una mirada detallada sobre los movimientos de 1811 y 1813, mostrando cómo esos acontecimientos influyeron en la independencia del Perú.
Un video específico sobre el Segundo Grito de Libertad en Tacna (1813), narrando sus protagonistas, contexto social y su legado en el movimiento independentista.